La investigación ha demostrado que la miocardiopatía dilatada puede estar relacionada con la genética de un individuo.
Cada uno de nosotros tiene su propia información genética que nos hace diferentes. Nuestros genes nos hacen quienes somos -por ejemplo, la altura que vamos a tener o el color de pelo con el que nacemos-. Esta información genética está almacenada en nuestro ADN en cada una de las células de nuestro cuerpo. La información genética está constituida a través de un sistema de codificación de proteínas, que le dice a todas las células de nuestro cuerpo la función que deben desempeñar.
Si hay un error en uno de estos códigos, las células harán algo diferente o no se desarrollarán como deben. Estos errores se conocen como mutaciones genéticas. Más explicaciones sobre herencia, genética y la codificación en las páginas 25 a 30.
En la mayoría de los casos, la razón exacta de la miocardiopatía dilatada no se conoce y es lo que llamamos “miocardiopatía dilatada idiopática” (“idiopática” significa que no hay causa conocida).
Los científicos han identificado algunas alteraciones genéticas que sabemos que afectan al desarrollo del músculo del corazón, y que pueden producir miocardiopatía dilatada.
Además sabemos que algunas condiciones no genéticas están relacionadas con un mayor riesgo de desarrollar miocardiopatía dilatada. Éstas son:
• Las infecciones virales.
• Enfermedades autoinmunes.
• La exposición a toxinas (venenos), drogas o ciertos medicamentos.
• El embarazo.
En las personas que desarrollan una miocardiopatía dilatada y que tienen una de las cuatro condiciones anteriores, no sabremos a ciencia cierta si ya tenían una mutación genética que cause la miocardiopatía dilatada, o si fue su condición (por ejemplo, una infección viral o la enfermedad autoinmune) la que causó la miocardiopatía dilatada.
Infecciones virales
Todos estamos expuestos a muchos virus todos los días. Normalmente, el sistema inmunológico del cuerpo es muy eficiente para lidiar con estos virus. Sin embargo, a veces un virus puede afectar al músculo cardiaco de una persona aparentemente normal, a pesar no tener otros síntomas producidos por el virus. Esto se conoce como la miocarditis viral.
La miocarditis viral es causada frecuentemente por enterovirus (virus Coxsackie, más comúnmente el tipo B) y adenovirus. Se cree que la miocardiopatía dilatada se puede producir cuando el músculo del corazón está muy dañado por la infección vírica inicial. O puede ser que el virus desencadene la respuesta del sistema de defensa del cuerpo (sistema inmunitario) que sea el que ataque y dañe el músculo cardíaco.
Enfermedades autoinmunes
El sistema inmunológico del cuerpo se encarga de defender al organismo contra infecciones – por ejemplo, contra virus y bacterias-. A veces el sistema inmune se altera y comienza a atacar a los tejidos del propio cuerpo. Esto se conoce como enfermedad autoinmune. Algunas personas que son diagnosticadas con miocardiopatía dilatada parecen tener esta alteración.
Exposición a toxinas, drogas o ciertos medicamentos
En casos muy raros, la exposición a ciertas toxinas puede producir miocardiopatía dilatada. En estos casos, no sabemos si la persona que desarrolló la enfermedad porque ya tenían una tendencia genética a desarrollarla, o si las toxinas son la causa de la miocardiopatía.
También el consumo de alcohol en grandes cantidades se ha relacionado con el desarrollo de Miocardiopatía Dilatada.
Algunos medicamentos contra el cáncer – como el grupo de las antraciclinas – pueden producir miocardiopatía dilatada. Estos medicamentos son un tratamiento muy eficaz para el cáncer, pero son tóxicos y pueden tener efectos nocivos sobre el músculo cardiaco, que puede conducir a esta enfermedad. El riesgo de que esto ocurra generalmente está relacionado con la dosis total de fármaco recibido.
La miocardiopatía dilatada puede tardar años en desarrollarse y los efectos sobre el corazón no se ven de inmediato. Si usted ha recibido tratamiento con antraciclinas, debe ser visto por un cardiólogo (especialista del corazón) por lo menos una vez al año.
Si usted sabe que tiene una enfermedad del corazón y que va a necesitar tratamiento para el cáncer, debe discutir esto con su cardiólogo antes de iniciar el tratamiento.
Embarazo
En aproximadamente 1 de cada 1500 a 1 de cada 15.000 embarazos, la mujer puede desarrollar una miocardiopatía dilatada. Puede ocurrir a partir de la mitad del embarazo y hasta el final del mismo, o incluso poco después del parto, conociéndose como miocardiopatía periparto. Es posible que, en estas circunstancias, la mujer ya tuviera la miocardiopatía dilatada, pero no hubiera sido diagnosticada.
En la mayoría de las mujeres, el corazón dilatado vuelve a la normalidad en un período de seis a ocho semanas desde el parto, siempre que se ponga el tratamiento adecuado. Sin embargo, es posible que la situación se vuelva a dar en embarazos posteriores.
Si usted ha tenido la miocardiopatía periparto, y su corazón no se ha recuperado completamente tras el parto, el cardiólogo puede aconsejar que no tenga más hijos. Las mujeres que saben que tienen miocardiopatía dilatada y que deseen quedarse embarazadas, o que inesperadamente descubren que lo están, deben consultar a su cardiólogo y obstetra para que le asesoren.