La MAVD (miocardiopatia arritmogénica del ventriculo derecho) no es curable, pero la mayoría de los síntomas causados por la enfermedad pueden ser controlados mediante el uso de medicamentos. Algunas personas pueden necesitar otros tratamientos también. La necesidad y elección del tratamiento será diferente para todos. Su tratamiento puede permanecer igual durante muchos años, o cambiar con más frecuencia.

Los tres principales objetivos del tratamiento de la MAVD son:

• Identificar personas en riesgo de muerte cardíaca súbita y ofrecer medidas de protección.
• Prevenir o controlar las arritmias (ritmos anormales del corazón).
• Mejorar la acción de bombeo del músculo cardiaco.

Identificar y reducir el riesgo de muerte cardiaca súbita

No es posible predecir con exactitud si una persona está en riesgo de muerte cardiaca súbita. La mayoría de las personas con MAVD tienen bajo riesgo de muerte súbita. Sin embargo, si ha experimentado alguno de los siguientes, puede aumentar su riesgo:

• Parada cardiaca previa.
• Episodios de síncope (desmayo).
• Evidencia registrada de taquicardia ventricular en un electrocardiograma o ECG de ejercicio.
• Dilatación de la pared del ventrículo derecho y cambios en el ventrículo izquierdo.

Existen ciertos momentos – conocidos como “fases calientes” cuando la enfermedad se vuelve más activa, aumentando el riesgo de muerte cardiaca súbita. Por ejemplo, mareos inexplicables, palpitaciones mantenidas, o una pérdida de conocimiento puede ser un signo de una fase caliente. Si experimenta alguno de estos síntomas, debe consultar a su médico o acudir a un servicio de urgencias en un hospital. Las “fases calientes” pueden ir y venir, pero podría ser una señal de que la enfermedad está progresando. Esta es la razón para la vigilancia periódica y la razón por la que el seguimiento con su médico son importantes.

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¿Qué se puede hacer para reducir el riesgo de muerte cardiaca súbita?

Si está en alto riesgo de muerte súbita cardiaca, su médico puede recomendarle la implantación de un DAI. DAI significa desfibrilador automático implantable. Un DAI consiste en una carcasa muy pequeña que contiene una batería, y unos electrodos especiales.

El dispositivo se inserta bajo la piel y se une al corazón por los cables de los electrodos.

Un DAI puede ser utilizado para controlar los ritmos anormales del corazón (arritmias), pero su propósito principal es identificar las arritmias mortales y aplicar un choque eléctrico al corazón para “reiniciarlo”. Algunas personas han descrito el choque como un puñetazo en el pecho.

El DAI se suele colocar debajo de la pared muscular del pecho, debajo del hombro izquierdo. El procedimiento para implantar el DAI puede tardar entre una y dos horas. En la mayoría de la gente se aplica un anestésico local y sedación, pero algunos pueden necesitar anestesia general. Necesitará los chequeos rutinarios del DAI cada 6-9 meses. La batería dura entre cuatro y ocho años. Cuando se necesita una batería nueva, la carcasa que la contiene puede ser reemplazada fácilmente.

Si ha sido diagnosticado con MAVD, se le aconseja no participar en actividades que requieran un alto nivel de resistencia, tales como deportes competitivos. Esto es porque hay un mayor riesgo de arritmias durante estas actividades y un mayor riesgo de muerte cardiaca súbita

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